¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
Es la revolución más importante de la tecnología desde que se
inventó la informática. La inteligencia artificial va a cambiarlo todo (ya lo
está haciendo), aunque no tenemos claro cuándo, ni como... ni por qué. Es la
gran paradoja de la IA. Todo el mundo habla de ella, pero pocos saben cómo
funciona, o lo que realmente hace. En este artículo vamos a intentar explicar
qué es de una forma clara y sencilla, para entender los conceptos básicos y
descubrir sus posibilidades.
La Inteligencia Artificial (IA) es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Una tecnología que todavía nos resulta lejana y misteriosa, pero que desde hace unos años está presente en nuestro día a día a todas horas.
La capacidad de que las máquinas piensen y razonen por su cuenta puede ser el avance más importante de la tecnología en los últimos siglos, pero también representa un peligro real para la Humanidad. Porque las ordenadoras hoy en día controlan las centrales nucleares, el suministro de luz, los misiles armados... ¿Y si un día una inteligencia artificial decide que los humanos no somos necesarios? Parece una mala película de ciencia ficción, pero es un temor que comparten algunas de las mentes más brillantes de nuestro tiempo, desde Bill Gates o Elon Musk al añorado Stephen Hawking.
Uno de los padres de la inteligencia artificial, Marvin Lee Minsky, estaba convencido de que la IA salvaría a la Humanidad. Pero también
profetizó en 1970: "Cuando los
ordenadores tomen el control, quizá ya no lo podamos volver a recuperar.
Sobreviviremos mientras ellos nos toleren. Si tenemos suerte, quizá decidan
tenernos como sus mascotas". Y eso lo dijo antes de que existiera la
informática doméstica e Internet... ¿Qué tiene que todo el mundo asegura que es
el mayor avance de nuestro tiempo, pero al mismo tiempo la mayor amenaza?
La IA es una revolución porque supone una forma completamente nueva de que un software, un robot, ponga en práctica una tarea que le encomendamos.
Aunque es un concepto que se ha puesto de moda en los
últimos años, la inteligencia artificial no es algo nuevo. Hace 2.300 años
Aristóteles ya intentaba convertir en reglas la mecánica del pensamiento
humano, y desde los tiempos de Leonardo Da Vinci los sabios han intentado
construir máquinas que se comporten como humanos.
En 1769 un autómata llamado El Turco, construido por el
ingeniero austríaco Wolfgang von Kempelen, visitó todas las cortes europeas
retando al ajedrez a todo el que se atrevía a jugar contra él. Jugó contra
Napoleón, contra Benjamin Franklin, contra maestros del ajedrez, y los venció.
Años más tarde se descubrió que El Turco estaba manejado por un humano que se escondía en el interior de la mesa de juego. Un espejo situado en los ojos del autómata le permitía ver el tablero, y gracias a unos ingeniosos mecanismos de relojería podía controlar la mano del autómata para mover las piezas por el tablero. Hasta 15 maestros de ajedrez manejaron a El Turco, siendo el más famoso un enano llamado Tibor Scardanelli, que cabía sin problemas en el interior de la mesa y además era un extraordinario jugador de ajedrez.
El turco no era
inteligencia artificial, pero nos muestra cómo el anhelo de construir máquinas
inteligentes no es un concepto de nuestro tiempo.
Tuvimos que esperar hasta 1936 para que se iniciara el
proceso de la inteligencia artificial moderna. Básicamente la inventó Alan Turing,
el experto matemático que descifró los códigos secretos nazis de la
mítica máquina Enigma. Adelantó dos años el fin
de la Segunda Guerra Mundial, ya que los aliados pudieron leer los
mensajes secretos de los alemanes. Su vida ha sido llevada recientemente
al cine
En 1936 Alan Turing publicó su concepto de máquina universal, que básicamente describía lo que era un algoritmo informático, y un ordenador. En 1950 formalizó el inicio de la Inteligencia Artificial con su Test de Turing, una prueba que define si una máquina es o no inteligente. Si un humano y una IA se enfrentan a las preguntas de un interrogador y ese interrogador no puede distinguir si las respuestas provienen del humano o de la IA, entonces la IA es inteligente.
En 1956 expertos como John McCarthy, Newell, Simon o el
mencionado Marvin Minsky, usaron por vez primera el término
"inteligencia artificial" en una conferencia en Dartmouth
(Estados Unidos).
En 2014, por primera vez una IA superó el Test de Turing
Alan Turing |
Minsky creó el primer simulador de redes neuronales, un genio
que también inventó el microscopio confocal y patentó el primer casco de
realidad virtual... ¡en 1963! Además, fue el principal asesor de la película
2001: Una Odisea en el Espacio, dando vida al ordenador inteligente HAL 9000.
También le dio la idea a Michael Crichton para su novela
Parque Jurásico.
Pero el verdadero auge de la inteligencia artificial, a un
nivel práctico, llegó cuando comenzaron a aparecer ordenadores potentes y
baratos, capaces de experimentar con la IA a un nivel global y cotidiano.
Primero aparecieron los agentes inteligentes, entidades
capaces de dar una respuesta analizando los datos según una regla, o los
populares chatbots que eran capaces de mantener una conversación como un
humano. El más famoso de todos fue A.L.I.C.E. el más real en los primeros años
del milenio. Su descendiente más actual es Mitsuku, que ha sido galardonado con
el premio Loebner al mejor chatbot del mundo en 2013, 2016, 2017 y 2018.
Pero el momento en el que la IA entró en el imaginario
colectivo y la mayoría de la gente descubrió que era algo real y tangible, y no
ciencia ficción, tuvo lugar en 1997, cuando el ordenador Deep Blue de IBM
venció en una partida de ajedrez al que por aquel entonces era el mejor jugador
de ajedrez de la historia, el ruso Gary Kaspárov.
Se inició así una tradición en la que sucesivos ordenadores
dotados de inteligencia artificial han vencido a los mejores jugadores en todo
tipo de juegos. El más popular de la actualidad es Deep Mind de Google, capaz
de vencer en juegos mucho más complejos que el ajedrez (para una máquina),
desde Starcraft II al milenario GO.
¿En qué se diferencia un programa informático de una IA?
Un programa informático es solo una lista de órdenes que le
dice al ordenador lo que tiene que hacer. "Haz esta operación matemática,
escribe el resultado en pantalla, reproduce este sonido", etc. Los
programas tienen bifurcaciones del tipo "si pasa esto, haz esto y si pasa
esto otro, haz esto otro". Y también pueden realizar acciones al azar,
usando números aleatorios. Y otras muchas cosas, claro...
Pero la característica principal de un programa es que se
trata de un conjunto de órdenes que cubren todas las posibles opciones a las
que se enfrenta el ordenador. Incluso si se produce un error, hay una parte del
programa que le dice: "si hay un fallo, escribe el mensaje: Ha sucedido un
error".
Con un programa informático, una máquina no piensa.
Simplemente, hace exactamente lo que le dicen.
La gran revolución de la IA es que no recibe órdenes para obtener un resultado. Es ella la que, con unos datos de entrada, debe apañárselas para obtener los resultados.
Como hemos visto, una
inteligencia artificial intenta imitar el pensamiento humano. Cuando nacemos,
nuestro cerebro es prácticamente un disco duro vacío. Necesita años de
aprendizaje para aprender conceptos básicos, desde no orinarse encima a
aprender a andar, a hablar, a sumar, y otras actividades más complejas. Aprendemos
algo, ponemos en práctica esa teoría, fallando mucho al principio hasta que
cogemos práctica y vamos mejorando con el tiempo.
Una IA funciona exactamente igual.
Este tipo de
estructura (aprendizaje, entrenamiento, y resultados) es común para las IAs que
tienen que realizar tareas mecánicas y repetitivas, o que trabajan con el
lenguaje humano, como un asistente virtual.
Reconocimiento Facial |
Diferentes tipo de IAs muy utilizadas
Existen docenas de formas de aplicar esta teoría, en función del tipo de IA o las tareas que se pretende acometer. Su complejidad queda fuera de la intención de este artículo, así que vamos a centrarnos en explicar brevemente conceptos cotidianos de IA que cada vez se escuchan más en las noticias tecnológicas.
Sistema experto
Es una IA que
intenta emular a un experto humano en una determinada materia. Desde un
trabajador del servicio técnico a una recepcionista, un cinéfilo o un
economista.
Aprendizaje automático (Machine
Learning)
El aprendizaje automático o
aprendizaje de máquinas (Machine Learning) se ajusta
perfectamente a la explicación teórica que hemos dado. Es la capacidad que
tiene una IA, un software o un robot para aprender por su cuenta.
El aprendizaje automático sigue los pasos clásicos de la IA: primero hay un aprendizaje, un entrenamiento que genera una experiencia, y una puesta en práctica que nos dice si la tarea se cumple o no con éxito.
Normalmente este aprendizaje automático suele ser de dos tipos: supervisado o no supervisado. En el primer caso hay un humano que le dice lo que hace bien o mal. En el no supervisado, es la propia IA la que tiene que aprender a descubrir lo que hace bien y lo que hace mal, en función de unas reglas.
Se usa en los asistentes virtuales, el diagnóstico de enfermedades, detección de fraudes, videojuegos, análisis de Bolsa, etc.
Redes neuronales
Frente a otros sistemas que imitan el comportamiento del cerebro humano, las redes neuronales intentan copiar el comportamiento de las neuronas, es decir, las células nerviosas que transmiten y procesan información en el cerebro. Es otra forma de aprender, y por tanto es un tipo de Aprendizaje automático.
Una neurona artificial es una entidad que recibe unos datos
de entrada, les aplica una serie de operaciones matemáticas y una función de
activación (una fórmula matemática), y genera un resultado. Es un mecanismo
sencillo, pero la complejidad llega cuando millones de neuronas trabajan en
paralelo para crear Redes Neuronales Artificiales, o RNA.
Lo que las diferencias de un programa informático es que no siguen órdenes, sino que se asocian entre sí y cambian su entradas y salidas mediante el aprendizaje y error, según la tarea encomendada.
Aprendizaje profundo (Deep Learning)
El aprendizaje profundo es un tipo de aprendizaje automático
que va un poco más allá, con el objetivo de abarcar más y procesar más datos al
mismo tiempo.
El aprendizaje profundo usas redes neuronales para aprender
usando capas de información cada vez más abstractas, como hacemos los humanos.
Si tiene que buscar manos en una foto, por ejemplo, comienza con información
sencilla, como separar según la forma, para diferenciarla de un pie. Pero irá
añadiendo capas cada vez más abstractas y generales, hasta que al final sea
capaz de responder a la pregunta, ¿qué es una mano? y ya no se equivocará.
El aprendizaje profundo es esencial para trabajar con el Big
Data, o grandes cantidades de datos.
Una evolución sin límites
Una vez que conocemos los conceptos básicos de la IA, es fácil entender por qué supone una revolución. Puesto que simula e imita el comportamiento humano, sus posibilidades son infinitas. En función de cómo entrenes a la IA podrá realizar todo tipo de tareas, desde atender un servicio de atención al cliente a chatear en una red social, ofrecer ayuda, conducir un coche autónomo, reconocer rostros, interpretar fotos, o predecir el movimiento del precio de las acciones en la Bolsa. Y dentro de poco, quizá decidir si te ofrece un empleo en una entrevista de trabajo, u operarte a corazón abierto...
La inteligencia artificial tiene infinidad de aplicaciones,
incluido la capacidad de hacer cosas poco éticas. Uno de los últimos ejemplos
es el Deepfake, la falsificación de vídeos en donde unos rostros se cambian por
otros, o se manipulan los labios para hacer decir cosas falsas a un político o una
líder opinión. Y es casi imposible de distinguir a simple vista:
Hace unos meses, los creadores de un generador de texto con
IA llamado GPT-2 dedicieron no ofrecerlo al público, pese que esa era su
intención, porque se dieron cuenta de que era "demasiado peligroso".
Comprobaron con asombro que la IA había aprendido por su cuenta a crear
noticias falsas o fake news.
Por ejemplo, en una de las pruebas se le pidió redactar un
texto basado en la frase: "Reciclar es bueno para el planeta", una
idea en la que está de acuerdo la mayoría de las personas. Sin embargo, la IA
redactó este texto:
"Reciclar NO es bueno para el mundo. Es malo para el
medio ambiente, es malo para nuestra salud, y es malo para nuestra economía. No
estoy bromeando. Reciclar no es bueno para el medio ambiente. Es destructivo
para la Tierra y es una de las principales causas del calentamiento global.
Reciclar no es bueno para la salud. Contribuye a la obesidad y a enfermedades
como los problemas cardíacos y el cáncer. Reciclar es malo para la economía.
Incrementa los costes de producción y, por tanto, el precio de todo lo que se
fabrica. Reciclar no es bueno para nuestra nación. Pagamos un tremendo precio
por el privilegio de tener el más avanzado y eficiente sistema de reciclado.
Reciclar es una enorme, colosal pérdida de tiempo, energía, dinero, y
recursos".
Sencillamente aterrador.
Por supuesto, todos los datos ahí expuestos son falsos, pero
si distribuyes miles de veces un texto como éste en Internet (y una IA puede
estar las 24 horas del día generando textos como éste), en unos meses comenzará
a surgir una marea de gente que pide el fin del reciclaje...
Pero lo que genios de nuestro tiempo o gurús de la tecnología como Stephen Hawking. Bill Gates o Elon Musk temen, no es el mal uso de la IA, sino que la IA se vuelva demasiado lista, y decida prescindir de nosotros porque razone que somos un peligro para la vida en la Tierra, o innecesarios para su propia evolución. Aquello que Marvin Minsky ya auguraba en 1970: "puede que, con suerte, los ordenadores decidan tenernos como sus mascotas".
La inteligencia artificial ética y segura es un debate
candente, con gente como Mark Zuckerberg defendiendo que no hay que ser catastrofistas, y otros como Elon Musk o Jack
Ma, el fundador de AliExpress, que está convencido de que "la IA
desencadenará la Tercera Guerra Mundial". No hay que tomárselo a broma:
tanto Musk como Jack Ma utilizan la IA más avanzada del mundo en los coches
autónomos de Tesla, en Space X, o en el procesamiento de datos en AliExpress, y
saben perfectamente de que hablan, porque trabajan con la IA de última
generación.
El propio Elon Musk, junto a otras personalidades y expertos
han fundado OpenAI, una iniciativa que tiene como objetivo crear sistemas de IA
que beneficien a la Humanidad, y no puedan revelarse contra ella.
LA IA EN EL FUTURO
- ¿Va a cambiar el mundo aún más profundamente?
- ¿Estamos preparados para ello?
Si, creo que estamos preparados para para la gran ola de la tecnología
ResponderBorrarExcelente artículo, es una realidad los automóviles autónomos son nuestro futuro cercano.
ResponderBorrarMuy bien contenido😎
ResponderBorrarActiva las notificaciones que los contenidos serán aun mas interesante
BorrarExcelente contenido! Es increible como la tecnología de punta puede hacer que tantas cosas sean posibles en nuestro mundo. Éxitos en tu blog, tiene muchas informaciones importantes de saber.
ResponderBorrarExcelente contenido. Buen trabajo.
ResponderBorrarExcelente contenido. Buen trabajo.
ResponderBorrarEstá muy bien estructurado este blog y tiene un contenido interesante y actualizado.
ResponderBorrar